Aprovechando que nos vienen unos días festivos y que a pesar de estar en diciembre, el invierno parece remolonear antes de alojarse definitivamente en Bilbao, vamos a presentar un plan de paseo para una mañana o tarde cualquiera conocer la villa y por ultimo recuperar las energías gastadas con una sabrosa comida, o cena en su caso, en el Asador de Aranda de Bilbao.
Empezaremos, la visita en el puente y la iglesia de San Antón, que junto con los dos lobos son símbolos presentes en el escudo de Bilbao.
En puente actual no se encuentra exactamente en su ubicación original pues el actual es del año 1877 y la pequeña iglesia de planta cuadrangular es una mezcla de estilos. Su estructura es gótica, la portada renacentista y la torre barroca.
En su interior D. Diego López de Haro leyó la carta puebla de Bilbao en junio del año 1300.
Paseando por la margen derecha de la ría llegamos enseguida al mercado de La ribera, actualmente en proceso de rehabilitación integral, es el mayor mercado de abastos de Europa.
Recomendamos entrar y disfrutar en un día soleado de la luminosidad que le aportan sus espectaculares vidrieras.
Siguiendo nuestro camino por la ría, llegamos al
Teatro Arriaga, inspirado en la opera de Paris. Lo más destacable de este edificio inaugurado en 1890 es su fachada curva.En el Arenal descubrimos entre tilos y plátanos el kiosco de la música de estilo modernista y desembocamos en el
ayuntamiento cuya escalinata de acceso marca la altura sobre el nivel del mar de la villa.
Subiendo por la calle Buenos Aires, antes calle Sierra, denominada así en honor de la llegada de la fragata escuela argentina a Bilbao a comienzos del siglo XX, llegamos a la plaza Venezuela donde giraremos a la derecha hacia el muelle de Uribitarte.
En este muelle empezamos a observar el cambio radical que se ha operado en Bilbao en los últimos años.
El resbaladizo puente Zubi-zuri de Calatrava y la Isozaki Atea nos muestran un Bilbao moderno que se reinventa a si mismo. Poco más adelante el funcional puente de La Salve, que libero el tráfico hacia el norte de Bilbao y en el que se integra el conocido en todo el mundo
Museo Guggenheim Bilbao. Foco de atracción del turismo y oficialmente reconocido elemento catalizador del nuevo Bilbao.
En el paseo observamos esculturas como “Mama” una araña de 10 metros de altura o “Niebla 08025”. Si subimos las escaleras hacia la puerta principal descubrimos a Puppy, el terrier floreado que sirve de guardián del acceso al museo.
Bajamos de nuevo al paseo, y por el muelle de “Evaristo Churruca” encontramos el nuevo edificio de la
UPV, la biblioteca de la universidad de Deusto o la más reciente
Torre Iberdrola de 165 metros de altura. La
universidad de Deusto se integra en este conjunto gracias a la pasarela de Pedro Arrupe.
Junto al puente del mismo nombre se encuentra también la grúa Carola, la última de todas las que en su día hubo, y que hoy forma parte de la exposición permanente del
Museo Marítimo de Bilbao.Ahora poco a poco nos iremos alejando de la ría de Bilbao por el Parque de Doña Casilda Iturrizar, al más puro estilo inglés y con multitud de especies de árboles, algunas de ellas exóticas como arboles del amor, palmeras tropicales o ciruelos japoneses.
Entre sus árboles encontramos el
Museo de Bellas Artes, que gracias al denominado efecto Guggenheim ha recuperado visitantes, y ha realizado una reciente ampliación.
Si hacemos el recorrido un miércoles, la entrada es gratuita y la visita muy, muy recomendable pues la colección si bien, no muy extensa, es exquisita y variada.
Retomamos nuestro camino y vamos hacia la Gran Vía de Don Diego en sentido contrario al inicial. Esto es hacia la plaza Moyua o “elíptica”.
Allí destaca el Palacio de Chavarri, actualmente subdelegación de gobierno. De estilo neoflamenco, les retamos a encontrar en este edificio de finales del XIX dos ventanales iguales.
En la misma plaza destaca el
Hotel Carlton, sede del Gobierno Vasco durante la guerra civil española, fíjense en los agujeros en la escalinata de acceso, actual bodega y entonces respiraderos del bunker del gobierno.
Subimos después por Alameda Rekalde hasta la
Alhóndiga Bilbao antiguo depósito de vinos y hoy centro de ocio con piscina, exposiciones y mediateca.
Bueno a estas alturas estaremos cansados y el estomago estará empezando a dar guerra, pero no se preocupen porque si siguen subiendo por la misma calle, enseguida llegaremos a la calle Egaña donde girando a la derecha encontramos el
Asador de Aranda de Bilbao. Allí nos espera un buen lechazo con ensalada, precedido por marisco de Castilla y regado con un buen Ribera.
Estas viandas nos ayudaran a recuperar fuerzas, y su ambiente relajado nos facilitara una sobremesa en la que comentar todo el recorrido rodeados por el aroma de un café humeante.
Distancia del recorrido: 6,3 kilómetros se puede hacer en algo menos de 2 horas, pero todo depende de cuánto nos detengamos en cada punto. El recorrido no es muy exigente pues al seguir el curso de la ría es casi completamente llano.
Se puede coger el tranvía a lo largo del recorrido y acortarlo si nos cansamos.
muy interesante! un plan perfecto para una mañana de domingo si el clima acompaña!
ResponderEliminargracias!
¡vaya planazo!, incluso para los que conocemos Bilbo. Aprovecharé los días de fiesta para hacerlo de nuevo, esperemos que deje de llover!Gracias por las ideas!
ResponderEliminarEstamos encantados de que os haya gustado. Seguiremos pensando en planes para hacer en Bilbao, integrando siempre en ellos nuestra suculenta gastronomia.
ResponderEliminarHasta muy pronto.