Hoy visitaremos entre otros uno de los barrios más pintorescos, Irala.
Comenzaremos nuestro camino en el kiosko de La Casilla recientemente reconstruido, y donde los domingos vuelven a vivirse los bailes de antaño.
Este barrio surgido del soterramiento de las vías del ferrocarril, ha transformado el antiguo paisaje industrial en una zona residencial repleta de paseos y jardines, donde los nuevos vecinos comparten sus ratos de ocio. Un espacio abierto y luminoso imagen del nuevo Bilbao.
Siguiendo el paseo de Amezola, paralelo a la aun denominada Avenida del ferrocarril, llegamos hasta el barrio de Irala. Llamada así por el empresario Juan Jose de Irala y Arriola fundador de “Harino Panadera”, y promotor de las viviendas económicas de Iralabarri para los trabajadores de su empresa.
Estas viviendas de estilo inglés comenzaron a edificarse en 1902 a un precio entre un 30 y un 50% por debajo del precio de mercado para los trabajadores de la fábrica.
Hoy la mayoría de ellas rehabilitadas y pintadas de llamativos colores son un espectáculo arquitectónico en uno de los barrios más escondidos de Bilbao.
A pesar de que no sale en las guías turísticas e incluso muchos bilbaínos lo desconocen el encanto de la zona merece la visita.
Bajando por la calle Irala y girando a la izquierda llegamos hasta la plaza de toros de Vista Alegre, construida en 1882 tuvo que ser reconstruida tras el incendio de 1961 que la destruyo por completo. En 1995 se inauguró en su interior el museo taurino.
Siguiendo la calle hasta el número 27 encontramos el Asador de Aranda de Bilbao que tras 25 años sirviendo el mejor lechazo de Bilbao, se ha convertido en un vecino mas del botxo.
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